Familias indígenas de Urabá protegen cerca de 1,000 hectáreas de cuencas hídricas y se benefician con pagos por servicios ambientales.

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La conservación y protección de cuencas hídricas es esencial para el equilibrio ecológico y para garantizar el suministro de agua a las poblaciones locales. En la Serranía del Abibe, reconocida por ser una de las principales reservas hídricas de la subregión de Urabá, 202 familias indígenas han asumido un papel protagonista en la defensa de estos ecosistemas.

Un acuerdo firmado entre 147 familias del resguardo indígena Ibudó, Las Playas de Apartadó, EPM y la Corporación para el Desarrollo Sostenible de Urabá (Corpourabá), ha sido la piedra angular de este esfuerzo conservacionista. En la actualidad, 55 familias provenientes de Apartadó, Chigorodó, Mutatá y Turbo son beneficiadas con pagos por servicios ambientales (PSA) en reconocimiento a su labor. Estas familias protegen activamente 817 hectáreas de bosques naturales y trabajan en la restauración tanto activa como pasiva de 60 hectáreas adicionales.

El resguardo indígena no solo se queda con esas cifras. Otras 100 hectáreas están en proceso de ser incluidas en el esquema de protección, lo que involucra a todas las familias del resguardo, garantizando la protección de casi 1,000 hectáreas de vital importancia.

La retribución económica de $54 millones que recibirán estas familias será reinvertida en la comunidad. Una parte significativa se destinará a fortalecer la seguridad alimentaria, mediante la implementación de cultivos como arroz, plátano y yuca. Además, con un enfoque ecológico, se promoverá la siembra de árboles esenciales para el ecosistema, como el choibá.

Con iniciativas como estas, la comunidad indígena de Urabá demuestra su compromiso con la naturaleza y la sostenibilidad, y cómo la colaboración entre comunidades, empresas y entidades gubernamentales puede generar beneficios mutuos y a largo plazo para el medio ambiente y la sociedad.

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