La juventud la más afectada: Alcoholismo, Drogadicción y embarazos a temprana edad elevan los índices de vulnerabilidad.
¿Cuál es el concepto de política?
Entiéndase la política como ciencia y arte de gobernar que trata de la organización y administración de un Estado en sus asuntos e intereses. Por eso es tan distinto el arte de hacer política a hacer politiquería. La politiquería es la degeneración de la política: el aprovechamiento egoísta del poder o de la posición pública para fines de su vanidad o empobrecimiento.
En medio de esta turbulencia electoral, hablar de la definición de la política nos podría ayudar a entender que clase de líderes nos rodean: ¿son políticos o politiqueros? – ¿Cómo y de qué manera han ayudado a organizar los interés de nuestra patria chica Riosucio? – ¿O acaso, por el contrario la forma como han gobernado de muestra que solo son unos simples politiqueros?
Analicemos unos de los temas que seguramente como cada cuatro años, hace parte de la agenda electoral, pero que se desvanece después de conocerse quien ganó las elecciones.
La falta de empleo en el municipio de Riosucio ha alcanzado niveles preocupantes, provocando que muchos de sus jóvenes se vean tentados a recorrer caminos oscuros, incluyendo el consumos de sustancias psicoactivas que los conlleva a la toma de malas decisiones alejándolos de sus propósitos o metas.
Pero si esto no fuera un dato para preocuparse, entonces analicemos los contextos donde están surgiendo las nuevas familias riosuceñas, con padres muy jóvenes y sin empleo, muchos de estos nuevos hogares afectados por el alcoholismo y la drogadicción que aumentan los embarazos a temprana edad y eleve los índices de las infecciones o enfermedades de transmisión sexual, aumentando los indicativos de vulnerabilidad para este sector de nuestra sociedad.
Además de la falta de implementación de policías efectivas para la generación de empleo de las autoridades, existen problemas coyunturales como el conflicto armado y la corrupción que han empobrecido a las comunidades que han habitado de manera ancestral en territorios inmensamente ricos como los nuestros.
En medio de estos factores, la vocación agrícola de Riosucio, se ha venido diezmando considerablemente, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de centenares de familias. El mal estado de las vías de acceso una de sus mayores retos.
Vivir en una tierra inmensamente productiva pero sufrir por tantas carencias, es una de las contradicciones más desconcertantes para hogares riosuceños. Aunque también es necesario decirlo: el uso irracional de los recursos naturales, le están pasando factura a los habitantes de la región del Bajo Atrato, en la que Riosucio se ubica en todo su corazón. Desde esa zona céntrica de esta porción del departamento del Chocó, se extraen cada año miles de metros cúbicos de diferentes especies maderable y para diferentes lugares de Colombia y del mundo.
Históricamente, la industria maderera proporcionó oportunidades laborales en el municipio. Empresas icónicas como Maderas del Darién impulsaron la economía local, empleando a un vasto número de trabajadores en la extracción y venta de madera.
Pero no todo lo que brilla es oro. Miremos la otra cara de la moneda en esta actividad maderera: El beneficio económico que por décadas le ha dejado a las familias de los aserradores, arreadores o transportadores alcanza escasamente para solventar necesidades básicas. Estos pobladores que obtienen solo una mínima porción de la ganancia obtenida por la venta de la madera, continúan en la actividad por la escasez de oportunidades, mientras notan la huella negativa de la tala del bosque que afecta el habita de muchas especies de la fauna, mientras que cada día se vuelve más difícil llegar a los lugares de corte, tras décadas de sobrevivir asesinando el bosque.
Por lo que surgen serias dudas sobre las circunstancias de costo beneficio, la posición de la extracción maderable en los renglones de la economía de pueblos como Riosucio, ha venido perdiendo protagonismo. Esta fuente primordial de ingresos ha sido gravemente afectada por conflictos armados y una acelerada deforestación. La situación se ha complicado aún más con medidas restrictivas impuestas por entidades como CODECHOCO, que vedó la explotación de especies esenciales como el cativo y el abarco.
La situación de desempleo en Riosucio, debería entenderse como uno de los principales males a atender, en lugar de ser el comodín para la clase politiquera, que se aprovecha de tantas necesidades para en tiempos electorales como el actual comprar la conciencia de los ciudadanos con promesas falsas que solo se pulen en cada campaña, con nuevas caras que no son más que lobos disfrazados de ovejas devoradores del presupuesto municipal.
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