En Riosucio, Chocó, la comunidad se encuentra sumida en una creciente frustración y desconfianza hacia su gobierno, liderado por el alcalde Juan Moreno Mena. Después de 109 días de iniciada su administración, los ciudadanos aún esperan respuestas claras y concretas sobre el estado de los proyectos de infraestructura heredados de la administración anterior. En esta ocasión nos centraremos en la construcción del Centro Administrativo Municipal, un proyecto requerido para el funcionamiento efectivo del municipio.
Un proyecto emblemático en Standby:
Iniciada durante la administración del exalcalde Conrad Valoyes, la construcción del centro administrativo, con un contrato de más de 7.300 millones de pesos asignado a la Unión Temporal Construimos R.L.-2022 y supervisado por la Unión Temporal FG-2022, está actualmente en un limbo. Este proyecto no solo es fundamental para centralizar las operaciones del gobierno municipal sino también para reducir significativamente los costos operativos relacionados con el alquiler de espacios para las oficinas administrativas.
Problemas y preguntas sin resolver:
¿Por qué está paralizada la obra? ¿Se dejaron recursos para su continuidad? ¿Qué estrategias tiene la administración actual para resolver los impases existentes? Estas son algunas de las interrogantes que el alcalde Juan Moreno Mena debe enfrentar, en un momento donde el silencio no hace más que profundizar las sospechas de una gestión ineficaz o presuntos actos de corrupción.
Historial de compromisos y expectativas incumplidas:
Este proyecto forma parte de un paquete de obras que presuntamente serian financiadas mediante compromisos de Vigencias Futuras, autorizados por el concejo municipal durante la gestión del exalcalde Valoyes, que representaban hasta el 85% de 14 mil millones de pesos destinados a la ejecución del “Plan de Desarrollo, Riosucio, Líder del Darién 2020-2023”. Este plan, ahora bajo escrutinio, tenía la intención de asegurar la infraestructura clave para el progreso del municipio, pero se encuentra en riesgo de añadirse a la lista de proyectos fallidos o “elefantes blancos” que plagan la región.
El silencio del alcalde Moreno Mena:
El alcalde Moreno Mena ha mantenido un preocupante silencio sobre estos problemas críticos. Su falta de comunicación con la población riosuceña solo ha servido para alimentar la especulación y el descontento entre los residentes, quienes exigen respuestas inmediatas y eficaces. Este silencio no solo cuestiona la capacidad de liderazgo del alcalde sino también su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas.
La urgencia de la supervisión y reevaluación:
Es imperativo que la Secretaría de Planeación y Obras Públicas realice una evaluación exhaustiva del avance físico y financiero de todas las obras en curso. Esto incluye revisar la parte jurídica de cada proyecto para determinar responsabilidades en caso de incumplimiento y asegurar que los recursos estén bien gestionados para finalizar estos proyectos esenciales.
Los riosuceños ha visto una serie de proyectos fallidos o “elefantes blancos” en el pasado, incluyendo la construcción del palacio municipal iniciado en el gobierno del señor Cecilio Moreno Arroyo, obra que ahora se está desmoronando, simbolizando la corrupción y la mala gestión. Los ciudadanos temen que la historia se repita, dejando otro monumento a la incompetencia administrativa y la corrupción.
Conclusión:
La situación en Riosucio es un claro ejemplo de cómo el silencio y la inacción pueden socavar la confianza del público en sus líderes y paralizar el desarrollo vital del municipio. Los ciudadanos de Riosucio merecen un gobierno que no solo responda a sus necesidades inmediatas, sino que también proporcione una visión clara y sostenible para su futuro. El tiempo para el alcalde Juan Moreno Mena de actuar es ahora; el costo de la inacción es simplemente demasiado alto.
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