Elizabeth Moreno Barco, conocida como “Chava”, ha sido galardonada con el Premio Nansen para los Refugiados 2023 en la región de América, otorgado por ACNUR. Este premio reconoce su incansable labor y valentía al abogar por las comunidades afrodescendientes e indígenas afectadas por el conflicto armado en el Chocó, Colombia.
Nacida en el Chocó, una región severamente impactada por el conflicto, Chava ha vivido en primera persona las consecuencias de la violencia. En 2013, se vio forzada a huir con su familia y otros miembros de su comunidad, una experiencia que la impulsó a convertirse en una defensora de los derechos humanos y una voz líder en la denuncia de la violencia en la región.
Como líder y representante legal de un consejo territorial en el sur de San Juan, Chava se ha desempeñado como una figura clave en la protección y promoción de los derechos de 72 comunidades afrocolombianas. Ha negociado treguas y acuerdos con grupos armados, contribuyendo significativamente a la paz en la región. Su labor incluye la mediación en las conversaciones de paz de 2016 entre el gobierno colombiano y las FARC en La Habana, Cuba, y la negociación de una tregua parcial en 2017 que trajo paz a San Juan por tres años.
Chava también ha jugado un papel vital en la liberación de jóvenes víctimas de secuestro y trabaja incansablemente visitando comunidades a lo largo del río San Juan para garantizar su seguridad y prosperidad futura. Su enfoque en el confinamiento, una táctica usada por grupos armados para controlar comunidades, destaca la dura realidad que enfrentan muchas áreas en el Chocó, donde casi dos tercios de todos los confinamientos en Colombia este año han tenido lugar.
La activista subraya que la paz va más allá del cese del uso de armas; implica la garantía de igualdad de condiciones, el respeto de los derechos humanos y la ausencia de violaciones a estos derechos.
Además de Chava Moreno, ACNUR ha reconocido a otros defensores de derechos humanos y refugiados, incluyendo a Abdullahi Mire, un periodista y ex refugiado somalí en Kenia, que ha abierto tres bibliotecas en campamentos de refugiados y ha sido galardonado a nivel global. Los premiados regionales incluyen a activistas en Oriente Medio, Norte de África, Asia-Pacífico y Europa, todos ellos contribuyendo significativamente a mejorar la vida de las personas afectadas por conflictos y desplazamientos.
Este reconocimiento a Elizabeth Moreno Barco destaca no solo su valentía y compromiso personal, sino también la difícil situación que enfrenta el Chocó y la importancia de la defensa de los derechos humanos en zonas afectadas por conflictos. Su historia es un testimonio de la resiliencia y la esperanza en medio de circunstancias adversas.
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