Las comunidades en la subregión del Urabá Antioqueño manifiestan descontento con la implementación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) y denuncian la exclusión y abandono por parte de la administración.
El viernes 30 de junio, la Agencia de Renovación de Tierras (ART) celebró una audiencia pública para rendir cuentas de su gestión desde el inicio del Gobierno Petro hasta finales de 2022. En el evento participaron líderes sociales, delegados de los Grupos Motor, organizaciones de víctimas, campesinos y representantes de los 8 municipios de los PDET.
Raúl Delgado, director de la ART, subrayó que la implementación de los PDET, instrumentos para mejorar las condiciones de las zonas rurales más afectadas por el conflicto armado y el abandono del Estado, debe realizarse con participación comunitaria y un enfoque diferencial de género, étnico y territorial.
Según la ART, de los 3.241 proyectos en ejecución y terminados, al menos 834 (25 %) presentan dificultades en su implementación. El descontento y la decepción por parte de las comunidades están ligados a la percepción de que los proyectos no son relevantes para sus necesidades y que no se ha tenido en cuenta la voz de los habitantes en la priorización y ejecución de proyectos.
Representantes de diversas comunidades expresaron su insatisfacción. Eliecer Pascuesta, presidente del Concejo Municipal de Juventud del municipio de Chigorodó, y Rosa Amelia Páez, vicepresidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda San Pablo, reconocieron algunos avances, pero también destacaron carencias significativas como la falta de un puesto de salud, potabilización de agua, acceso de vías, y la necesidad de más aulas escolares.
Ruber García, representante de la Asociación Campesina de San José de Apartadó-ACASA, fue más crítico, citando una falta de progreso en temas cruciales como la formalización de la tierra y la ausencia de infraestructura básica como vías y antenas de comunicación.
Las comunidades esperan mejoras con el nuevo gobierno y el plan estratégico de la ART para los próximos tres años, que incluye realizar convocatorias en las 16 subregiones y equilibrar las inversiones territoriales. No obstante, existe una “tensa calma” debido al recrudecimiento de la violencia por grupos al margen de la ley en algunas áreas, como San José de Apartadó.
La ART ha enfatizado su compromiso con la mejora y aceleración de la implementación de los Acuerdos de Paz, la reconversión productiva de los territorios con presencia de cultivos ilícitos y la reducción de la brecha de pobreza en los territorios PDET. El tiempo dirá si estas promesas se traducen en progreso real para las comunidades de Urabá Antioqueño.
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