Una trágica muerte ha sacudido al corregimiento de Sapzurro, en Acandí, fronterizo con Panamá, tras el fallecimiento de Juan Diego Palacio Soto, quien perdió la vida debido a la inhalación de gases tóxicos emitidos por un pequeño generador eléctrico mientras dormía. Este incidente pone de relieve la crítica situación de la prestación del servicio eléctrico en la región.
Los corregimientos de Sapzurro y Capurganá, en el Chocó, llevan varios días enfrentando un corte de servicio eléctrico debido a daños en las plantas de generación con diésel de Acandí, descritas como obsoletas, antieconómicas y contaminantes. Esta situación ha obligado a los residentes a depender de generadores eléctricos, lo que ha desencadenado este lamentable suceso.
La problemática de la falta de conexión eléctrica en algunos municipios del Chocó, incluyendo Acandí y Unguía, ha sido un tema recurrente en los paros cívicos realizados en la región en los años 2000, 2009, 2016 y 2017. En estos eventos, se han hecho compromisos por parte de distintos gobiernos nacionales para construir líneas de interconexión eléctrica o hidroeléctricas. Sin embargo, hasta la fecha, los compromisos adquiridos por los gobiernos de Pastrana, Uribe, Santos, Duque y Petro no se han materializado.
Ante esta tragedia, la comunidad de Acandí ha iniciado velatones y protestas, exigiendo atención a esta prolongada crisis energética. El alcalde de Acandí, Luis Fernando Martínez, se ha desplazado a Bogotá para buscar una solución con el gobierno nacional, con el objetivo de mitigar el impacto negativo en la economía municipal y prevenir futuros incidentes de esta naturaleza.
Este evento trágico subraya la urgente necesidad de soluciones efectivas y sostenibles para el suministro de energía en regiones apartadas, así como la importancia de garantizar la seguridad y el bienestar de las comunidades afectadas por la falta de infraestructuras básicas.
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