Casi tres años después de la devastadora tragedia que sacudió a Riosucio, Chocó, el 28 de noviembre de 2020, las víctimas siguen esperando que las autoridades cumplan con su deber. Un feroz incendio dejó 97 familias damnificadas, 82 viviendas quemadas y dos trágicas muertes. A pesar de las promesas del gobierno, hasta la fecha no se ha colocado la primera piedra para reconstruir las viviendas.
La tragedia del 2020 dejó a Rosmery Palacios Mosquera, de 25 años, y su sobrina Sofía Mosquera Palacios, de nueve, sin vida. A esta tragedia se suma la desesperación de los Riosuceños al lidiar con un municipio de más de 55 mil habitantes que carece de servicios básicos como acueducto, alcantarillado, hospital y carreteras en buen estado.
Un mes después del incendio, en diciembre de 2021, el alcalde de Riosucio, Conrad Valoyes Mendoza, anunció con gran entusiasmo la asignación de 8.625 millones de pesos por parte del Ministerio de Hacienda nacional para la construcción de las viviendas afectadas. Sin embargo, ese anuncio no ha sido más que una promesa vacía.
Las irregularidades no se detienen ahí. A pesar de contar con los recursos desde 2021, las autoridades locales tardaron aproximadamente dos años en legalizar y adecuar el terreno para la construcción de las viviendas, y según reportes recientes, esos recursos ya han sido utilizados en otros proyectos.
Hoy, después de 33 meses, las familias damnificadas continúan esperando. Algunos han tomado la reconstrucción en sus propias manos, mientras que otros, sin los recursos necesarios, viven como nómadas de casa en casa, esperando la intervención de un gobierno que ha mostrado negligencia ante esta calamidad.
Las voces de Riosucio claman por justicia, atención y, sobre todo, por la reconstrucción de sus hogares y vidas.
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