Quibdó, Atrato y Lloró, tres municipios del Chocó, sufren las consecuencias de un vendaval que azotó la región en la noche anterior, dejando tras de sí un panorama desolador. Las intensas lluvias, vientos huracanados y descargas eléctricas que acompañaron el vendaval han devastado cerca de 1500 viviendas, afectando directamente a más de mil personas.
Según el reporte preliminar de las autoridades, al menos 35 barrios en Quibdó, la capital chocoana, han registrado graves daños. La situación es más alarmante en la parte sureste del municipio donde barrios como Cascorba, Montebello, La Victoria, kilómetro 7, Villa Esperanza y Flor de Mayo enfrentan los efectos de deslizamientos de tierra ocurridos en días anteriores.
Heyler Berrío, coordinador de riesgos municipal, describió el escenario como “sumamente triste y lamentable”. Durante su comunicado, Berrío detalló: “Personas que habían invertido sus ahorros en sus hogares lo han perdido todo. Sus pertenencias, electrodomésticos y enseres han sido destruidos por el agua. Además, la caída de postes eléctricos ha dejado a varios sectores sin servicio de energía y la comunicación también se ha visto afectada”.
Mientras los equipos de respuesta continúan trabajando en la zona, la comunidad espera que las acciones de ayuda se intensifiquen y se pueda dar solución a esta tragedia que ha golpeado con fuerza el corazón del Chocó.
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