En esta crucial encrucijada de nuestra historia, donde el futuro de Riosucio está en juego, me dirijo a ustedes con un mensaje de esperanza y responsabilidad, pero también de exigencia. Hemos vivido suficiente tiempo bajo la sombra de promesas incumplidas, bajo el peso de palabras vacías. Riosucio no aguanta más políticos que hacen promesas y luego se olvidan de ellas tan pronto como se cierran las urnas. No necesitamos más palabras, necesitamos hechos.
Duele ver cómo, en cada época electoral, a muchos líderes políticos parece despertarles el amor por el pueblo, por nuestra gente, por nuestros campesinos, por nuestra juventud. Nos hablan con fervor de sus sueños para Riosucio, nos cuentan historias sobre cómo serán nuestros días bajo su liderazgo, prometen mejoras, prometen cambio, prometen una vida mejor. Pero una vez pasan las elecciones, una vez están en el poder, parece que todo eso se desvanece.
Lo que observamos, en lugar de progreso y cambio, son maniobras para llenar sus bolsillos, contratos sospechosos que se firman en silencio, mientras nuestro pueblo sigue sumido en el abandono. Es un espectáculo desgarrador, ver cómo los sueños de un pueblo son manipulados y utilizados para beneficio personal, en lugar de ser la brújula que guía las acciones y decisiones de nuestros líderes.
Por lo tanto, los invito a que reflexionen profundamente sobre lo que significa ser un servidor público, sobre la responsabilidad que conlleva llevar las riendas de un municipio como Riosucio, con su gente, con su historia y con sus desafíos. Los invito a que piensen en sus propuestas, no como un medio para ganar una elección, sino como un compromiso genuino con el desarrollo y bienestar de nuestro pueblo.
Riosucio no necesita líderes que despierten sólo en tiempos de elecciones, necesita líderes que estén presentes, activos, comprometidos y dispuestos a luchar por su gente en todo momento. Riosucio necesita políticos honestos, que no se escuden en promesas vacías, sino que trabajen con firmeza y determinación para hacer de nuestro municipio un mejor lugar para vivir.
Espero que estas palabras sean un llamado a la reflexión y a la acción. Porque Riosucio merece más, porque nuestro pueblo merece más.