BIOGRAFÍA DE MARINO CÓRDOBA, PRECANDIDATO A LA ALCALDÍA DE RIOSUCIO – CHOCÓ.

0
513

Nació el 10 de mayo de 1964, es abogado con estudios en resolución de conflictos, negociación, gerencia social y gestión comunitaria. Desde muy joven mostró interés por la defensa de los derechos de su comunidad y actuó como organizador comunitario y sindical para detener los efectos negativos de las madereras y otras empresas extractivas de los territorios de Riosucio y el Bajo Atrato; todo esto siguiendo los pasos de su padre Marino Córdoba García, líder social comunitario en el corregimiento de San José de Tamboral y el municipio de Riosucio.

De 1990 a 1992 ejerció como inspector de la policía en el corregimiento de San José de Tamboral y además trabajó con el sindicato de bananeros en la región del Urabá Antioqueño para asegurar a los trabajadores mejores salarios y servicios de salud. Luego en el año 1991 hizo parte de la minga étnica afrocolombiana que apoyó la Constitución de 1991 y reconoce los derechos de los afrocolombianos.

Para el año 1993 fue nombrado presidente de la Organización Campesina del Bajo Atrato – OCABA, que trasladó una comisión a Bogotá para exponer sus argumentos en contra del otorgamiento de licencias para la explotación de madera e hizo parte de la comisión consultiva que elaboró la propuesta del texto de la ley 70 de 1993.

Por esta misma época Marino también fue nombrado representante del Consejo Directivo de la Corporación Autónoma del Chocó – Codechocó con la misión de abogar por la titulación colectiva de las tierras de las comunidades, la conservación del medio ambiente y recursos naturales.

 

Durante esta labor, Marino enfrentó amenazas de muerte y ataques por su trabajo y cuando el gobierno reconoció los primeros títulos colectivos sobre las tierras de las comunidades de Riosucio, la Operación Génesis el 20 de diciembre de 1996 hizo que él y su familia tuvieran que huir para salvar su vida.

Encontró refugio en Bogotá, pero no dejó atrás sus intereses y en 1999 fundó la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados – AFRODES, creada para defender los derechos de quienes tuvieron que dejar sus hogares y conseguir el retorno a sus territorios.

A medida que aumentó la visibilidad del trabajo de Marino, su situación de seguridad empeoró, y en 2001 y 2002 fue atacado y recibió un disparo de bala en la pierna. Después de varios ataques e intentos de asesinato, obtuvo asilo político en los Estados Unidos y allí continuó su trabajo en nombre de la comunidad afrocolombiana, mediante la creación de una red de solidaridad política integrada por académicos, organizaciones de derechos humanos y actores de la sociedad civil.

El 19 de octubre de 2001 en la ciudad de Henderson, EEUU, se proclamó el día de AFRODES, como reconocimiento especial a las víctimas afrocolombianas y en honor a la lucha de Marino Córdoba por las víctimas afro. Desde los Estados Unidos, Marino logró apoyo político para promover la justicia, restaurar las tierras tomadas en la Operación Génesis, y bloquear el financiamiento de los Estados Unidos a proyectos de aceite de palma, especialmente en su región.

En el 2010, gracias a su trabajo de incidencia, se asignó un paquete de ayuda por $61.5 millones de dólares por el Congreso de los Estados Unidos que, en el 2008, se convirtió en el Programa para Afrocolombianos e Indígenas de USAID. Desde el 2010 hasta el presente, el Congreso de los Estados Unidos ha mantenido su paquete de ayuda por más de $200 millones de dólares destinado a las comunidades étnicas.

En 2012, a pesar del alto riesgo, Marino regresó a Colombia y dejó a su familia en los Estados Unidos. Al volver se convirtió en el presidente de AFRODES y recibió varias amenazas y ataques; luego el gobierno de los Estados Unidos intervino en su favor para que el Gobierno colombiano le proporcionara seguridad.

Fue miembro fundador del Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano – CONPA, y de la Comisión Étnica para la Paz y logró que el gobierno estadounidense incluyera en las diálogos de paz a los afrodescendientes para construir el Capítulo Étnico del Acuerdo de Paz entre el Gobierno colombiano y las FARC -EP.

AFRODES ha recibido reconocimientos y premios nacionales e internacionales por su labor para la justicia y paz del país, trabajo liderado por Marino quien fue reconocido por organizaciones nacionales y europeas con el Premio Nacional de Derechos Humanos en el año 2020.

Córdoba ha desarrollado una gran labor de incidencia política y en compañía de otras organizaciones nacionales e internacionales ha logrado acciones y estrategias que protegen a las víctimas, las asesoran para hacer cumplir sus derechos y las ayudan en su proceso de sanación.

Dentro de las acciones más significativas en la gestión de Marino está lograr la titulación colectiva de comunidades en Riosucio y otros municipios; y que por primera vez, la cooperación internacional asignara recursos para un proyecto de organizaciones étnicas: La Alianza Interétnica, un acuerdo entre AFRODES, ONIC y USAID, creado para fortalecer la autonomía, el autogobierno y la construcción de paz de las comunidades indígenas y afro del país y la cual beneficia a las comunidades de Riosucio, Juradó, Riohacha, Barrancas y Valledupar.

Ahora Marino quiere trasladar toda su experiencia y capacidad de acción al territorio que lo vió crecer. Desea que Riosucio y su gente tengan mejores condiciones de vida mediante su gestión, relaciones políticas y liderazgo con la comunidad internacional.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here