Un verdadero drama soportan los habitantes de al menos 12 comunidades Afro y 7 comunidades Indígenas, que sobreviven en la cuenca del río Salaquí, la que hasta hace poco era una de las mayores despensas agrícolas de la región del bajo Atrato, hoy su única vía de acceso, su río agoniza a pesar de las millonarias inversiones de los últimos años.
Ni los contratos de INVIAS, de la Gobernación o de la alcaldía han generado cambios significativos en la situación del Salaquí pues la imponencia de este río en otrora, se ha transformado en una especie de quebrada, con sectores donde incluso se puede cruzar sin siquiera mojarse las rodillas.
Sus aguas corren lentas ya sin fuerzas, en lugar de las profundidades recordadas en el cauce del Salaquí, se ven extensos bancos de arena y extensas playas de uno y otro lado. Un río, por el que ni siquiera las embarcaciones de menor calado pueden navegar.
Esta realidad se refleja en la cabecera municipal que padece el desabastecimiento del plátano, fruta que los productores solo pueden transportar en pequeñas cantidades pero eso sí, haciendo maniobras y transbordos; mientras que al igual que otros productos, miles de racimos de plátano se pierden en las parcelas; provocando un duro golpe para la economía y el sustento de más de 3 mil familias afros e indígenas.
Por su parte en entrevista radial en el programa el Radar, el Alcalde de Riosucio anunció que visitará la cuenca de salaquí la próxima semana.
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