Una familia denunció que por un error, lloró y enterró a un desconocido.

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La confusión se dio porque dos personas murieron el mismo día y los vigilantes fueron quienes entregaron el cadáver equivocado. La clínica lo negó.

Un hombre denunció que la clínica Panamericana del municipio de Apartadó en el Urabá antioqueño les entregó el cadáver de una mujer a quien le hicieron la ceremonia fúnebre pensando que se trataba de su hermano de 62 años, quien falleció en la misma clínica el pasado 22 de julio.

El familiar del denunciante identificado como Tobías Arroyo oriundo del municipio de Chigorodó llegó a la clínica el 19 de julio con un dolor en el pecho y a quien catalogaron con sospecha de estar contagiado de COVID-19, luego de varias horas falleció; horas después una mujer también falleció en el centro asistencial, lo que en el cambio de turno de la vigilancia generó una confusión al entregar el cadáver a los familiares. Pero el mal entendió se conoció apenas en la tarde del martes 22, más de 12 horas después haber sido enterrado el cadáver.

“Nos llaman tipo 5 o seis de la tarde, una funcionaria de la clínica manifestándonos de que fuéramos a recoger el cuerpo, a lo que la esposa de él le respondió que: ¡Cómo así que fuéramos a recoger el cadáver si a él lo enterramos a en la madrugada!”, relató Carlos Arroyo, denunciante.

Es de recordar que por disposición nacional los familiares del muerto no pueden abrir los féretros en el que son entregados, lo que no permitió descubrir el error a tiempo. De otro lado el señor Arroyo, cuestionó a la clínica porque los vigilantes no están capacitados para entregar cadáveres ni actas de defunción.

“Pero desde cuando los vigilantes están cumpliendo funciones de policía judicial, de médicos forenses, de embalador de cuerpos, porque para eso debe haber un camillero o un médico que hace el acta de defunción”, agregó el hermano del muerto.

Por su parte el director de la clínica Panamericana, el Director Médico de la Clínica Panamericana, Duvián Ferney Zuluaga, defendió el procedimiento explicando que los cuerpos sí se entregaron a sus respectivas familias y solo se trató de un error de comunicación.

“Cuando llegó el vigilante que recibió el turno no se dio cuenta que ya a don Tibias lo habían entregado y consideró la señora que había fallecido era el cadáver de don Tobías. Él fue y le dijo a la persona encargada de atención al usuario que no había reclamado el cadáver de Don Tobías y que llamara a los familiares”, argumentó el directivo.

La familia de Tobías Arroyo, exige que el cuerpo de su ser querido sea exhumado para poder confirmar que no lloraron a la persona equivocada como creen que sí sucedió.

Vía: Caracol Radio.

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