Hace cuatro meses se declaró la calamidad pública por la sequía y aún esperan las ayudas del Gobierno Nacional.
Desde enero pasado, los 45.000 habitantes de Arboletes, urabá antioqueño, están sin una gota de agua, tras la fuerte sequía y las altas temperaturas, que han alcanzado hasta los 40 grados centígrados. Desde entonces, se declaró la calamidad pública para paliar la situación y calmar la sed.
La laguna que abastece al municipio, tanto en la zona urbana como rural se secó, y desde entonces, ha llovido pocas veces, lo que ha complicado aún más la situación.
La alcaldesa, Diana Garrido Henao, aseguró que con carrotanques, que llegan a Arboletes cada dos o tres días, ha logrado calmar la sed de los habitantes, que hoy claman por las ayudas del Gobierno Nacional.
“Llevamos cuatro meses y dos días sin agua, sin una sola gota de agua en Arboletes. Nosotros en la parte urbana somos 20 mil habitantes y los otros 25.000 viven en zonas rurales. De hecho, en algunos corregimientos ya escasea el líquido vital”.
Básicamente, los arboleteños están esperando a que llueva para recoger agua en baldes y tener suficiente para cocinar sus alimentos y beber. En el municipio se mantiene la alerta por las altas temperaturas y probabilidad de incendios forestales.
En enero pasado, mientras se lograba superar la crisis, la Administración Municipal suspendió el cobro de la factura del acueducto. El desabastecimiento de agua en Arboletes es un evento recurrente que se da durante las temporadas secas.
Además, se expidió una circular para regular los precios de la venta de agua y otros víveres para evitar excesos en el mercado. Por ahora, con los carrotanques, que ya no dan abasto, tratan de llevar agua a los hogares.
Según la Alcaldía, hasta ahora han entregado 32.500 litros de agua potable, con recursos económicos por parte de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo, el Departamento de Gestión del Riesgo y con recursos propios del municipio.
