La esperanza de Doña Melva Rosa Vueltas Bonolis y Wilson Huertas Rentería se ha convertido en cenizas, no solo por el incendio que consumió su hogar el pasado 5 de noviembre, sino por la indolencia de una administración municipal que ha demostrado, con hechos, su falta de compromiso con los ciudadanos más vulnerables de Riosucio. Han pasado días, semanas y meses desde que se anunció la reconstrucción de su vivienda, pero la promesa sigue siendo humo.
El 3 de febrero era la fecha pactada por la administración municipal a través del coordinador de la Oficina de Gestión de Riesgos de Riosucio, Jair García, para dar inicio a la construcción del nuevo hogar de esta pareja de adultos mayores. Sin embargo, la fecha llegó y pasó sin que se colocara la primera piedra, sin que una sola acción concreta devolviera la esperanza a esta familia, que hoy sobrevive entre ruinas y promesas incumplidas.
Mientras tanto, la administración municipal, encabezada por el alcalde Juan Moreno Mena, sigue sumida en la inacción y la indiferencia. Su eslogan de campaña, que prometía “seriedad y cumplimiento”, ha quedado reducido a un simple juego de palabras sin contenido real. La realidad es que la “gestión” del alcalde y su equipo se mueve entre la improvisación y el olvido, dejando a su suerte a ciudadanos que no quedaron sin hogar por decisión propia, sino por una tragedia que amerita una respuesta inmediata del Estado.
La situación de Doña Melva y Don Wilson y sus familiares va más allá de la falta de una vivienda. Actualmente, duermen en colchones sobre el suelo, en una casa prestada cuya propietaria ya ha manifestado la necesidad de recuperar su bien. A esta precariedad se suma un problema más grave: la falta de alimentos. La familia está pasando hambre, sin recursos ni medios para subsistir, una situación que debiera ser atendida por la administración municipal, pero que, al igual que la reconstrucción de su casa, ha quedado en el limbo de la burocracia y el desinterés gubernamental.
Aún más indignante es el hecho de que los recursos recolectados para ayudar a esta familia, aportados por personas de buen corazón, siguen en manos de un miembro de la junta que los gestionó y no han llegado a sus beneficiarios. ¿Dónde está ese dinero? ¿Por qué no ha sido entregado a quienes realmente lo necesitan? La negligencia en la administración de estos fondos es una burla a la solidaridad de la comunidad y un reflejo más de la falta de transparencia en el manejo de recursos destinados a los más necesitados.
Pero en medio de este panorama hay algo positivo, la gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba Curi, a título personal, le hizo llegar en un comienzo una ayuda económica a Doña Melva y, posteriormente, como lo prometió en una entrevista realizada en nuestro medio, le regaló zinc para la construcción de su vivienda, gesto que la afectada y su familia agradecen grandemente.
Nuestro medio cuestiona: ¿Dónde está la gestión municipal? ¿Cuánto más deben esperar Doña Melva y los demás afectados para recibir la ayuda prometida? ¿Cuántos días más hacen falta para cotizar materiales y contratar obreros?
La tragedia no puede ser solo una cifra más en la lista de infortunios que sacuden a Riosucio. La justicia social comienza con hechos, no con discursos vacíos. Es hora de que la administración actúe y demuestre que la dignidad de sus habitantes es más que un eslogan de campaña.
Somos Notiriosucio, llámanos o escríbenos al 3218365504.