En marzo de 2017 incursiones armadas en la cuenca del Río Truandó dejó como saldo un gran número de familias afros e indígenas desplazadas y confinadas.
Después de tener que salir y dejar abandonadas sus casas por temor, más de 30 familias de la comunidad de pava, habitan desde entonces en un albergue improvisado, ubicado frente al coliseo municipal en el barrio el paraíso y que en su momento fue construido para funcionar como aulas temporales.
Estos desplazados que reclaman por atención integral por su condición de vulnerabilidad, manifiestan además que no cuentan con servicio de energía eléctrica, que tienen dificultad para el acceso al agua apta para el consumo humano y que la infraestructura del albergue presenta graves niveles de deterioro especialmente en el piso.
Recordemos que en el barrio el paraíso donde está ubicado este albergue, sus habitantes sufren sobre todo en épocas de sequía por la falta de agua, las grandes distancias que tienen que recorrer para acceder a las aguas del Río Atrato, obliga a algunas madres de familia a utilizar las aguas estancadas y malolientes del Río sucio lo que provoca enfermedades estomacales y de la piel especialmente en los niños.
La invitación a las autoridades a brindarle la respectiva atención a esta población que tanto la requiere.
