En este corregimiento de Turbo se implementaron dos acciones concertadas orientadas a la recuperación de las prácticas sociales y la transformación de escenarios locales que en otra época provocaban miedo y ahora son espacios de encuentro y dignificación.
Cerca de 100 personas se reunieron en el corregimiento de Pueblo Bello para revivir sus tradiciones y compartir las actividades culturales, artísticas que habían dejado de realizar a causa del conflicto, gracias a las acciones y medidas de rehabilitación, concertadas en el marco de la implementación en el plan de reparación colectiva.
El Corregimiento de Pueblo Bello se encuentra ubicado en el norte del municipio de Turbo, sobre la vía que conduce de El Tres a San Pedro de Urabá. Turbo se ubica en la subregión de Urabá.
Las estrategias de miedo implementadas por los grupos armados, que tuvieron que soportar los habitantes de esta localidad, dejaron profundas afectaciones entre ellas y la estigmatización de algunos espacios, testigos mudos de prácticas inhumanas en el marco del conflicto armado, lo que desencadenó otros efectos profundos en el relacionamiento y liderazgo de la colectividad.
Con éxito en este colectivo han sido implementadas dos acciones concertadas: la medida de rehabilitación comunitaria, mediante la estrategia entrelazando, que les permite recuperar sus prácticas sociales, los juegos y las festividades tradicionales, como el día del campesino y las ollas comunitarias, y la transformación de escenarios locales, antes considerados de miedo, a espacios de encuentro y dignificación, por medio de la ubicación en los puntos de acceso a las veredas, de 5 vallas con mensajes de bienvenida a los visitantes a un nuevo Pueblo Bello, ideados por los mismos habitantes.
“Esta valla la quisimos colocar en este árbol de campano, porque para nosotros significa el testigo mudo. Le estamos brindando un homenaje, y recuperando la confianza que tenemos en este espacio, lo malo que aquí se vivió, algo de terror, que él no puede contar, que el siente, pero no puede expresar”, manifiesta Edith Garnau, entrelazadora.
Además de las vallas, el comité de impulso y líderes de las de las 8 veredas sembraron plántulas en el sendero de acceso al árbol como resarcimiento a este paraje natural para que sea el testigo, de ahora en adelante, de la promisoria y nueva historia que escribe Pueblo Bello.
Con la culminación de estas acciones, se evidencia la evolución de este sujeto de reparación colectiva. “Pueblo Bello es otro. Este pueblo daba miedo entre 1990 y el 2005. Casi todas las familias se habían ido, nadie se animaba a pasar por aquí, nadie se atrevía a ir de una vereda a otra. Hoy todo es distinto, las veredas organizan campeonatos de microfútbol”, asegura Ramón García, líder del grupo de teatro, con el cual ha participado en el Festival Iberoamericano que se realiza con gran relevancia en Bogotá, y al cual ha asistido en dos ocasiones.
“Pasamos de 6 líderes a más de 50 empoderados y en la institución educativa de 7 estudiantes hoy tenemos más de 500 estudiantes, ahora hasta escuela de música tenemos” agrega con gran entusiasmos García.
Para el colectivo es vital el fortalecimiento ofrecido mediante la estrategia entrelazando, a la reanudación de las dinámicas y visibilización de los liderazgos en favor de comunidad, por eso, en el cierre de estas medidas, aprovecharon para ofrecer reconocimientos y menciones especiales a más de 20 líderes por su trabajo y empeños en cada una de las 8 veredas que componen a este corregimiento, acompañado por la Unidad.
Unos a uno fueron reconocidos y exaltados por la misma comunidad los líderes de las veredas Sinaí, Monomacho, La Ilusión, El Caucho, Lucío y Galilea. Les agradecieron no sólo la resistencia y valentía de seguir, sino, además, el trabajo por las más de 1.500 personas que habitan la cabecera y las periferias del corregimiento.
Los acercamientos de la Unidad con este corregimiento iniciaron en el año 2012 con la Gobernación de Antioquia y en el 2013 comenzaron a consolidarse las acciones de la ruta de reparación y el comité de impulso, dinamizadores del proceso en el colectivo.