El Instituto Nacional de Vías (Invías) anunció la culminación de las obras de dragado de mantenimiento en las bocas del río Atrato —Boca Coquito, Boca Matuntugo y Boca El Roto, ubicadas en el Golfo de Urabá. La intervención, que tuvo una inversión de $29.345 millones, permitió remover 859.895 metros cúbicos de sedimentos y mejorar las condiciones de navegación entre los departamentos de Antioquia y Chocó.
Esta obra beneficia de manera directa a más de 727 mil habitantes de la zona de influencia, quienes dependen del transporte fluvial para movilizar personas, alimentos y productos básicos hacia comunidades del litoral. Además, generó 45 empleos, en su mayoría ocupados por trabajadores de la región.
Durante los últimos años, la acumulación de sedimentos en la desembocadura del río Atrato había dificultado la entrada y salida de embarcaciones hacia el Golfo de Urabá, afectando la movilidad, el comercio y el abastecimiento de las comunidades. Con este dragado, Invías busca garantizar condiciones seguras de navegación, reducir tiempos de desplazamiento y mejorar la conexión entre poblaciones costeras y fluviales.
El director general (e) de Invías, Jhon Jairo González Rojas, explicó que las labores incluyeron “la remoción de material acumulado en el canal fluvial, la limpieza de vegetación flotante y la instalación de barreras con geotextil en tierra para contener los sedimentos y proteger las márgenes del río”.
El funcionario destacó que el objetivo principal del proyecto fue mantener las profundidades de diseño que permiten el tránsito seguro de embarcaciones de diferentes tamaños, especialmente en sectores críticos donde las corrientes y los depósitos naturales de arena habían reducido el paso.
Además del dragado, el Invías adelantó un conjunto de obras de compensación ambiental y comunitaria para mitigar los impactos de la intervención y fortalecer el bienestar de las comunidades vecinas.
En el componente ambiental, se llevó a cabo la reforestación de 7.500 plántulas de especies nativas, principalmente Rhizophora mangle (mangle rojo), equivalentes a tres hectáreas: dos en Boca Coquito y una en Boca El Roto. Esta acción busca restaurar áreas afectadas y contribuir a la protección de los ecosistemas de manglar, fundamentales para la biodiversidad y la protección costera.
En cuanto al componente social, se desarrollaron varias mejoras en infraestructura comunitaria. En Boca Coquito, se realizó el mejoramiento del salón comunal, la adecuación de un sendero ecológico y de una cancha de fútbol, además de la entrega de una planta eléctrica.
En Boca El Roto, las obras incluyeron la entrega de una lancha de apoyo para el consejo comunitario, la instalación de luminarias solares, la rehabilitación del muelle de pasajeros y la adecuación del salón comunal y de la cancha de fútbol.
Estas intervenciones no solo mejoran la navegabilidad del río, sino que también tienen un impacto directo en la economía y calidad de vida de las comunidades ribereñas. La limpieza y ampliación de los canales permiten que las embarcaciones de carga y pasajeros lleguen con mayor facilidad, reduciendo los costos de transporte y facilitando el acceso a alimentos, materiales y servicios.
Para los pescadores y comerciantes, el dragado representa una oportunidad para aumentar su actividad económica, mientras que para los habitantes significa mayor seguridad en los desplazamientos, especialmente en épocas de lluvias o creciente.
El Invías resaltó que estas obras hacen parte de los esfuerzos del Gobierno Nacional por mejorar la infraestructura fluvial en regiones históricamente olvidadas, donde el transporte por río sigue siendo la principal vía de comunicación.
“Con dignidad seguimos cumpliendo en el Urabá antioqueño y trabajando por las comunidades del país que durante años han estado esperando respuestas”, expresó el director encargado de la entidad.
El río Atrato es una de las principales arterias fluviales del país y un elemento vital para el desarrollo del Chocó y el Urabá. A través de sus aguas se transportan personas, productos agrícolas, víveres y materiales de construcción que abastecen gran parte del litoral. Sin embargo, la sedimentación constante, producto de la erosión y las lluvias, ha generado problemas de navegabilidad que afectan directamente la economía regional.
Con este dragado, Invías busca dar continuidad al mantenimiento periódico de las bocas del río, asegurar la conectividad con el Golfo de Urabá y fortalecer el corredor fluvial que conecta al Chocó con el Caribe colombiano.
La entidad anunció que seguirá ejecutando acciones de mantenimiento, monitoreo ambiental y acompañamiento a las comunidades para garantizar la sostenibilidad de las obras y el adecuado funcionamiento del canal de acceso.
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