Los habitantes del barrio Makent, en Riosucio – Chocó, volvieron a vivir momentos de angustia este 6 de octubre, cuando un nuevo incendio afectó una vivienda y puso en riesgo a varias familias del sector. Lo sorprendente es que el hecho ocurrió en la misma casa donde ya se habían registrado emergencias similares, despertando preocupación entre los vecinos.
Según relataron algunos habitantes, las llamas se propagaron rápidamente y fue necesaria la intervención de la comunidad para evitar una tragedia mayor. Sin apoyo inmediato, los vecinos se organizaron para apagar el fuego con baldes, ollas y agua de los alrededores, mientras el humo cubría gran parte de la zona.
El vehículo de los bomberos no logró ingresar debido al mal estado de las vías, que permanecen llenas de lodo y casi intransitables. Esta situación, que ya se ha repetido en otras emergencias, refleja la falta de condiciones mínimas para atender desastres en sectores alejados o de difícil acceso.
Líderes comunitarios aseguran que no se trata solo de un problema de infraestructura, sino también de gestión. Denuncian que los recursos que deben destinarse al cuerpo de bomberos no han sido entregados por la administración municipal, lo que limita la capacidad de respuesta ante cualquier emergencia.
Mientras tanto, las familias afectadas intentan recuperarse con el apoyo de sus vecinos, en medio del temor de que el fuego vuelva a encenderse. La comunidad pide acciones concretas, porque, como dicen ellos, “en Makent el fuego no es lo único que quema, también la indiferencia”.
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