En la madrugada del domingo 29 de junio, sobre la 1:00 a.m., Ranulfo Mosquera Mosquera, su esposa y sus dos hijos tuvieron que abandonar con urgencia su vivienda ubicada en el barrio Escolar de la cabecera municipal de Riosucio, Chocó. La casa cedió peligrosamente hacia un costado, generando un riesgo inminente de colapso que, por fortuna, les dio el tiempo justo para salir y evitar una tragedia.
Al lugar acudieron la Oficina de Gestión del Riesgo, miembros del Cuerpo de Bomberos y la Defensa Civil, quienes prestaron apoyo para el traslado del señor Ranulfo y su familia. Sin embargo, la situación para ellos está lejos de mejorar. La familia se trasladó a otra vivienda que les pertenece, donde desde hace años vive su hija, pero este lugar también presenta serias dificultades: en la actualidad está inundado debido a las constantes lluvias que han golpeado la región.
Hasta el momento, no han recibido ninguna clase de ayuda humanitaria ni apoyo institucional, a pesar de tratarse de una familia desempleada que, por la misma emergencia invernal, no puede salir a buscar el sustento diario. Ranulfo asegura que no tiene recursos para comprar madera y levantar un pequeño tabinque que le permita acomodarse junto a sus hijos y otros parientes.
Se espera que este caso no quede en simples reportes y que las ayudas oficiales lleguen pronto para aliviar la difícil situación de esta familia que, tras librarse de un derrumbe, ahora lucha contra el agua y la incertidumbre.
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