La situación de Anyi Paola, integrante de la comunidad indígena de Quiparadó, ha generado una serie de acciones y reacciones en Riosucio, Chocó, desde que nuestro medio dio a conocer los hechos ocurridos en la urbanización Comfachocó, donde se reportó que la mujer presentaba comportamientos extraños y episodios de alteración que llevaron a los vecinos a pedir ayuda urgente.
Inicialmente, la comunidad expresó su preocupación por el riesgo que corría la joven al subirse a los techos de las viviendas y gritar en medio de lo que describían como un fuerte estado de alteración. Bomberos voluntarios intervinieron de inmediato y, tras un complejo operativo, lograron ponerla a salvo y trasladarla a un centro asistencial. Este primer paso evitó que la situación terminara en tragedia y evidenció la necesidad de una atención integral.
El 28 de julio, la Secretaría de Salud de Riosucio activó la ruta de atención en salud mental para la mujer, afiliada a la NUEVA EPS, con la Fundación Santa Sofía de Asís como IPS. Personal médico llegó hasta el barrio Paraíso, sector Comfachocó, y verificó que Anyi Paola atravesaba una crisis de ansiedad que ponía en riesgo su integridad. Fue llevada de inmediato a la Fundación Santa Sofía, donde recibió la primera valoración médica.
Debido a la complejidad del cuadro clínico, los profesionales recomendaron su remisión a una clínica de segundo nivel con especialistas en salud mental, buscando garantizarle un tratamiento integral y continuo.
Este episodio, que comenzó con la preocupación de la comunidad, ha derivado en una serie de esfuerzos institucionales para asegurar que Anyi Paola reciba el acompañamiento que necesita, y al mismo tiempo, ha abierto la conversación sobre la urgencia de fortalecer los servicios de salud mental en Riosucio.
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