Con la voz entrecortada pero firme, Javier Martínez, el “SAYA” un joven ampliamente conocido en Riosucio por su trabajo honesto en el comercio y el entretenimiento nocturno, alzó su voz este miércoles para denunciar que su nombre estaría siendo utilizado de manera indebida en actividades relacionadas con la venta de drogas.
Martínez asegura que ha sido informado de que, desde el número celular 3216456331, estarían mencionando su nombre y su foto para generar confianza en la presunta distribución de estupefacientes. “Yo toda la vida me he dedicado a mi trabajo, aquí todo el pueblo me conoce. No tengo necesidad de andar en cosas raras. Hace poco abrí mi discoteca, con mucho esfuerzo, para seguir ganándome la vida dignamente”, afirmó.
A sus más de cuarenta años, Javier ha sido reconocido por su persistencia laboral. Durante años ha trabajado en almacenes de ropa, vendiendo con dedicación y esfuerzo. Luego incursionó en la organización de eventos y discotecas, una labor que le ha permitido abrirse camino sin tener que irse de su tierra. Su última apuesta empresarial fue la apertura de una discoteca en el municipio, que hoy teme que pueda verse afectada por esta suplantación.
Si bien actualmente se desempeña como concejal de Riosucio cargo que ocupa por segunda vez, él mismo insiste en que su labor política no debe eclipsar lo que realmente lo define: ser un trabajador constante que ha vivido de su esfuerzo, sin padrinos ni favores.
La situación, según denuncia, no sólo amenaza su buen nombre, sino que representa un riesgo directo para su seguridad personal. “Uno no sabe con quién se mete esa gente. Y si usan mi nombre para engañar, después quién me responde si algo me pasa”, comentó con preocupación.
Martínez anunció que presentará la denuncia formal ante las autoridades competentes para que se investigue quién está detrás de esta situación y se tomen las medidas necesarias. También pidió a la comunidad no dejarse confundir ni caer en supuestas recomendaciones que involucren su nombre.
“Yo no juego con eso. No tengo nada que ver con drogas ni permito que me usen para eso. Mi nombre me lo he ganado con trabajo y no voy a dejar que me lo manchen”, concluyó.
La historia de Javier es la de muchos jóvenes que, en medio de la falta de oportunidades, han encontrado en el emprendimiento una forma de salir adelante. Por eso, afirma, no está dispuesto a permitir que lo que ha construido durante años con esfuerzo se vea empañado por acciones ajenas que, además de injustas, podrían poner en peligro su vida.
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